"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 30 de agosto de 2010

Historia y leyenda ¿dónde termina una y comienza la otra?

Desde hace algunos años que ya no leo novelas, dedicándome casi totalmente a la lectura de libros de historia que a veces son más entretenidos y conmovedores que la ficción. Me gusta principalmente la historia social, las anécdotas, saber qué comía la gente, cómo se vestía, cómo se entretenía. Muchas veces, me encuentro con episodios históricos tan fascinantes que es difícil creerlos. No me importa, parto de la base que como dice el proverbio italiano "si non é vero, é ben trovato”.

Nunca es la historia más fascinante que cuando el historiador la narra como un cuento de hadas. ¿Al final ,no es eso la historia? ¿Una leyenda tan alegórica como la parábola evangélica? Toda leyenda y toda historia tienen un fondo de verdad, y una moraleja que a veces resulta más genuina que sucesos dizques históricos.

El cuento, como la historia, se transmite por tradición oral, hasta que llega un escriba con tiempo y paciencia para anotarlo en alguna superficie. Pero como esas superficies, hasta los formatos digitales de hoy día, se destruyen en algún momento, otra tradición oral se encargará de conservarla para generaciones posteriores.

Sólo que a medida que pasa de boca en boca, lo que fue verdad un día, va tomado carices épicos. Se mitifican o satanizan personajes e ideologías. ¿Alguien sabía que en su día Napoleón fue tan odiado y despreciado como Hitler? Se crean imágenes idílicas y utópicas de espacios geográficos como la España de las tres culturas. Incluso la historia mas aburrida, la que se basa en datos cronológicos y en estadísticas, es la más fácil de deformar.

Hay quien cree que la única historia real es la narrada por testigos. Falso. La percepción humana es engañosa. Los sentidos nos juegan malas pasadas. El tiempo convierte toda memoria en un recuerdo “proustiano”, lo que uno quiere recordar antes de cómo realmente fue. Por último, muchos testigos sufrimos discriminación si nuestra versión no concuerda con la historia políticamente correcta.

A lo largo de mi vida adulta me he encontrado con gente que exclaman al saber de mi presencia en Chile el 11 de septiembre, de 1973.

“¿Ahh, estabas en Viña? ¿Viste los cadáveres flotando por el Estero Marga Marga?”

“No”

“Mmm ¿no vivías cerca?”

“ Vivía en 1 Norte al frente del Estero”

“¿No estabas en casa? Claro, te debe haber asustado asomarte.”

“(Impaciente) Estaba en casa. Casi todo el día lo pasé en la terraza que daba al Estero”

“(tono sospechoso) ¿Y qué estabas haciendo en la terraza?

“Colgando una bandera y…”

“¿Y qué más?

“Ah, Ughh, Mm. Aplaudiendo a los soldados que pasaban en camionetas por la calle”

A esto siempre sigue una larga mirada de reproche, un silencio y la persona se aleja dejándome con la mier—hirviendo. En una sola mirada se me ha tildado de “facha” y “mentirosa” y se han pisoteado mis recuerdos. Lo irónico es que si hubo muertos ese día y quizás en algún estero de Chile flotaron cadáveres, pero no en el mío.

El gran traductor literario Gregory Rabassa, que les enseñó a los gringos a disfrutar a los autores del “Boom” latinoamericano, comenzaba sus clases mostrándonos el libro que íbamos a discutir y diciendo. “En esta clase no se leerá un libro sino 20 (o 25 o 15, dependiendo de cuantos alumnos tenia)”. Lo que quería decir es que cada uno de nosotros descifraríamos el libro de manera diferente. Y esa interpretación haría que nuestro texto fuese distinto al leído por el compañero. Esa es la maravilla de la ficción. En historia ocurre lo mismo, y esa es su pesadilla.

Por eso no hay que ser dogmaticos sobre la historia que es nada más el resultado de la exégesis de un historiador y de las ideas, posturas y neurosis de su época. Si es buen cuentista puede entretenernos, sino puede impulsarnos a buscar otra interpretación, y otra y otra, que las hay muchas. Y la verdad estará en algún punto entre ellas. Entretanto nos habremos divertido o emocionado con muchos cuentos de hadas.

12 comentarios:

www.MiguelNavascues.com dijo...

Sí, impresionante artículo. Siempre me acuerdo dele final de "el hombre que mató a Liberty Valance": "Cuando la leyenda supera la realidad, se publica la leyenda". Y así fue: James Steward se quedó con la chica y con la leyenda de que mató a Liberty Valance, y le hicieron Senador por esa fama; , pero el que mató a LV fue john Wayne, que salvó así a J.Steward, y perdió a su novia...

Violante Cabral dijo...

Pero Jimmy Stewart era más lindooo!
Confieso que me puse a cavilar sobre la interactuación de mito e historia después que comentamos LB.

www.MiguelNavascues.com dijo...

jajaja, John Ford era más profundo que un simple cineasta
cuenta-western...
Yo cuando la vi era joven, y no me fijé en la historia que había detrás. Qué habilidad para atraer a los niños y grandes! Es uno de los grandes escritores de todos los tiempos...

vicente dijo...

La historia es, o debería ser acéptica y el relato sólo su vehículo.
El problema surge cuando el relato enguye a la historia y la disuelve en sus jugos gástricos. Un ejemplo de esto es el Museo de la Memoria

vicente dijo...

perdón aséptica"

Anónimo dijo...

Hola a todos;

Creo que es mi primera incursión por aquí -llego siguiendo a Violante- y espero que no sea la última.

Bien, al grano.

Efectivamente, la historia puede ser leyenda... y puede ser un hecho. :) Siempre es bueno (con la historia, y con el número de manifestantes declarado) sumar las cifras menos afines con las más afines y dividir entre tres. Vendría a ser como leer a Tuñón de Lara (si se tiene estómago) y leer la maravillosa historia de España recien publicada por D. Pío Moa (si se tiene gusto). Y, por supuesto, creerse al señor Moa, porque al fin y al cabo la izquierda siempre ha negado que España tenga historia, ergo... :)

Y luego, dejar asentar la información, comparar, pensar (si hay algún socialista leyendo, le ruego me escriba para remitirle unos dibujos coloreados explicando el término "pensar") y sacar conclusiones por uno mismo.

Vamos, la utopía para un progresista. :)

saludos;

www.MiguelNavascues.com dijo...

Se entendía Vicente. Quizás yo diría que la historiografía es la que debe ser aséptica. la historia, lo que la gente entiende como su historia, es otra cosa: imposible separar el Mito de la verdad. "Cuando la leyenda supera... se publica la leyenda" -dice el personaje de esa joya que es esa película-. La gente no quiere la realidad cruda y dura, la gente quiere la leyenda, y como dejemos que de la leyenda se apropien los desalmados, como sucede ahora en España con la mal llamada "ley de memoria histórica", lo que se hace es e¡construir una infamante memoria, en la que los "buenos" son los debeladores.
España, su existencia (y supongo que en Chile pasa algo así)se basa en una historia de siglos. Pronunciar la palabra España puede producir honor o sonrojo. Lo que se busca ahora vilipendiando la idea de España es que produzca sonrojo, vergüenza, bochorno, para que la gente, acongojada por su historia, se entregue atada de pies y manos a sus verdugos.
Es una historia de larga data. Empezó al principio de XX. Los factuores fueron los separatistas, republicanos autoexcluidos de la Restauración, socialistas, y poco después los militares descontentos... (sigo arriba)

www.MiguelNavascues.com dijo...

jajaja, enestadodeguerra, sí, hay que pensar en hacer un comic para los progres, a ver si se enteran...

Violante Cabral dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Violante Cabral dijo...

Y yo que pensé que a nadie le iba a interesar...
Revisando un texto escolar de la Alemania Nazi, de la España franqusta, de la Cuba castrista uno se quedaría pasmado ante las leyendas, los mitos, las ausencias. Pero esos son los "malos", los totalitarios. Que un gobierno ddemocrata pretenda "crear" su propia historia, borrando de un plumazo, no las decadas post Guerra Civil sino todo, el Imperio, los Reyes Católicos, los celtiberos no sólo indica soberbia sino que revela que tipo de ideología y a que formas de gobiernos son afines estos socialistas.

Ruy dijo...

Total.La verdadera historia solo deberian contarla los muertos.Evidentemente no pueden.Todos los demás,con la mejor intención, se aproximarán a
lo cierto. Con otras intenciones, arrimaran el ascua a su sardina.
Estupenda lección de realidad Dª Violante

Violante Cabral dijo...

Noo, Ruy. Yo tuve una tía (QEPD) que era espiritista y siempre quería llamar a los espiritus de figuras históricas para saber "la verdad". Cro que los muertos tienen otros intereses y la historia no es uno de ellos, porque ninguno vino nunca a nuestras sesiones.
Y, Luis, un día de estos tenemos que hablar de John Ford. Por ahora solo puedo decir que me alegro que nos contará su cuento cuado estaba vivo. GRacias a eso es inmortal.