"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 12 de enero de 2011

La peseta-oro

En El patrón oro y la inflación en España, el Juan de Mariana y sus cabezas pensantes "demuestran" que, si España hubiera adoptado el patrón oro en 1972 (cuando fue abandonado Bretton Woods),

Si a finales de 1972 España hubiera adoptado una paridad entre la peseta y el oro, los precios serían en la actualidad 23,5 veces menores. El estudio pone de manifiesto que la peseta, de media, ha perdido la mitad de su poder adquisitivo cada ocho años. Así, una vivienda que hoy alcanza los 600.000 euros costaría tan sólo 25.466 euros. El abandono del patrón oro ha permitido a los bancos centrales abandonar una disciplina monetaria rigurosa y coherente.
es uno de los fraudes más patentes que he visto nunca. Se toma el precio del oro; se le liga la peseta desde 1972; se estima cuánto ha subido la peseta debido a la subida del precio del oro; y luego se toman unos bienes, como la vivienda, y se dice que el precio de la vivienda hubiera sido X veces menor gracias a la peseta/oro.
¿Es una tomadura de pelo? ¿de verdad están hablando en serio?
España al albur del precio del oro privado, ¿Hubiera sido una maravilla de estabilidad? ¿Sin acuerdo con los demás países?
Supongamos que se hace. Miren el gráfico abajo. Es la evolución del precio del oro en $. Como ven, nada estable. La peseta hubiera sufrido, frente al $ subidas y bajadas. De ese gráfico se deduce que la peseta hubiera sufrido, frente al $, las mismas fluctuaciones que el oro.
Fluctuaciones nada agradables, si se me permite llamar la atención sobre los hechos. Como ven, a finales de los setenta y principios de los 80, el oro tuvo un fuerte ascenso especulativo. S la peseta se hubiera apreciado lo que se apreció el oro, su valor el términos de $ se hubiera multiplicado, como se ve en la fig., por 8. Fenomenal: el que tuviera pesetas podría comprarse el Tal Majal.   Pero, suponiendo una estructura económica similar, si los españoles podrían comprare el Tal Majal, no podrían exportar nada,  dada el subidón en términos internacionales de los  costes internos. La subida de poder adquisitivo se traduciría en un aumento de las importaciones y un colapso de las exportaciones, con la consecuencia de una severa contracción económica interna. El único ajuste a esos desequilibrios sería una deflación interna, pues la peseta sigue fija al oro; es lo que sucedería ante la caída del PIB debido al aumento del déficit exterior.
Esa deflación interna, ¿se hubiera corregido con la caída del oro (y por ende, de la peseta) que se ve en el gráfico, de 650$/onza a 300 $, otra corta remontada hasta 500 $ onza, vuelta a caer y vuelta a remontar?
Primero, creo que el efecto de no recuperar ya nunca el nivel de 1972 (cuando estos energúmenos hubieran fijado la peseta al oro) tendría consecuencias deflacionistas a largo plazo, y luego, el tobogán de subidas y bajadas hubiera desconcertado las expectativas de los agentes. No parece que el patrón oro peculiar inventado por estos niños malcriados hubiera estabilizado la oferta de dinero. Por el contrario, parece evidente que la economía española se hubiera visto sometida a los caprichos del mercado del oro.

La función del  oro en el XIX era estabilizar los flujos de dinero, de manera que la oferta monetaria interna de Gran Bretaña fuera estable y estabilizara las expectativas, no alterarlas.

La gran traca final hubiera sido la reciente subida del oro a sus máximos históricos. Si España hubiera vivido bien con la caída que hubo de enero de 1995 a enero de 2001, la subida posterior la hubiera sumido en un marasmo peor que el de ahora.
Esto es lo que se puede decir de una peseta fijada al oro nada menos que en 1972; eso, sin tener en cuenta las borrascas políticas que, desde esas fechas, incesantemente, ha padecido.
No se puede hacer un supuesto contrafactual sin tener en cuenta, simplemente, qué consecuencias hubieran tenido los hechos registrados. Por hechos registrados entiendo las fluctuaciones del oro. Por consecuencias, lo que hubiera pasado con los precios y las expectativas. Eso por no decir llanamente que la peseta no hubiera aguantado impávidamente contracciones y paro si que los especuladores intentaran aprovecharse de tales estupideces alucinatorias: hubieran acabado con la historia a la primera embestida.
Las sociedades no son ricas por el patrón monetario que se otorguen; se otorgan un patrón monetario en función de su productividad, historia, cultura... Gran Bretaña fue el patrón oro por excelencia en el XIX porque era un imperio, controlaba minas de oro, y tenía un férreo sistema de cambios con su colonias (currency boards) que modulaba a su conveniencia. Ahora eso estaría mal visto.
Otros países, como Francia, sufrieron para mantener el régimen de patrón oro.
Pero bueno, es tan estúpido el planteamiento de este churro seudo-estudio, que no entiendo cómo lo siguen manteniendo colgado en su web.

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