"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 9 de abril de 2011

Hace unos dos años...

En julio de 2008, Trichet subió los tipos de interés en un contexo de depresión económica, con la excusa de que los precios de petróleo estaban presionando al alza la inflación. Entonces, con su piñón fijo obcecado, decía un tal Rallo:
Ahora bien, gracias a que Trichet ha refrenado sus impulsos inflacionistas (sic. Pues no lo hizo del todo bien,pues ahora la inflación le está subiendo), el euro no se ha depreciado tanto como el dólar, de modo que el encarecimiento de las materias primas no ha sido tan intenso. En el último año el petróleo ha subido un 100% en dólares, pero sólo un 65% en euros.

Desde luego, Trichet no es ningún adalid de la libertad monetaria, pero al menos desempeña su papel de banquero emisor monopólico con mucha más cabeza que Bernanke.
Por eso ahora EEUU crece al 3% sin inflación, y puede plantearse reducir su deuda. España ha de reducir su deuda sin crecer, y en la zona euro hay inflación más alta que en USA. ¿Hay alguna diferencia?

En EEUU tienen una recesión inminente que se agrava por momentos y un dólar que se ha convertido en el estercolero internacional (sic. Bonita expresión neomarxista) En la Zona Euro, si bien nadie nos salvará de una recesión larga y complicada, al menos tenemos una divisa que no se deprecia a tanta velocidad.
Buen pronóstico: ¿no debería pasar regularmente lo que dice por el tamiz de sus errores?
Una vez en crisis, las economías han respondido a las políticas stándard: las que han podido obtener un aumento de liquidez han reducido su endeudamiento; las que no, lo han aumentado.
Yo he dicho muchas veces: admitamos que la crisis fue causada por los excesos de los banco centrales: Pero una vez desatada, una vez perdidos el 50% del valor de los activos, ¿había que subir los tipos de interés? El BCe hubo de envainarsela poco después, probablemente presionado por sus colegas de EEUU, y hubo de bajar de nuevo los tipos, y luego seguir bajándolos desde el 4,25% hasta el 1%, porque las cosas se estaban hundiendo. En el gráfico, pueden ver que la circulación de billetes y los depósitos (M1. Gráfico izda) estaba desapareciendo, algo que debería haber tenido en cuenta; y el PIBN  (gráfico derecha) tuvo la ocurrencia de despeñarse, vaya por Dios (pero ya sabemos que Rallo no mira esas naderías). Por cierto, vean que el PIBN está todavía por debajo del nivel pre crisis, algo que no debe preocupar a gente dura como Rallo, pese a que eso significa un 10% menos de recursos para pagar la deuda.
Ahora, la oferta monetaria está cayendo otra vez. Pese a lo cual, Trichet & Rallo ven fantasmas inflacionistas galopando. No sé qué comentó Rallo cuando Trichet bajó y volvió a bajar los tipos, ante la avalancha de críticas a su estupidez. Seguiré buscando a ver si encuentro una excusa o explicación. Difícil, desde luego, pues Trichet subió en junio de 2008 al 4,25%; en noviembre del mismo años bajó al 3,75%, y prosiguió hasta el 1% en mayo de 2009. Algo ridículo, ¿no?


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PS: Ah, sí: aquí he encontrado algo:

¿Qué ocurriría si se descubriera que la banca no es solvente? Pues precisamente lo que ha ocurrido con lassubprime: el valor de los euros y los depósitos caería, es decir, subiría mucho el precio del resto de bienes y servicios.
Jajajaja, es la primera vez que oigo que al caer los activos suben los precios de las cosas!!!!!!! sigamos

Esto no es nada nuevo (sic). Uno de los casos más conocidos es el de la crisis argentina de 2001. Cuando se comprobó que los bancos no podrían desembolsar todos sus depósitos, el precio de cada peso depositado cayó a una tercera parte; es decir, que todos los precios de la economía se incrementaron en un 200% para quienes tenían su dinero depositado en el banco. Todo ello sin que la cantidad de pesos variara lo más mínimo (y la devaluación no tuvo nada que ver, como argumentan algunos, con su previa convertibilidad con el dólar: lo mismo ha sucedido recientemente en Islandia con una moneda inconvertible). Es lo que pasa cuando un pasivo –y el dinero actual es un pasivo bancario– entra en impago o en perspectiva de impago.
Le recuerdo al lector que el corralito argentino fue un robo del gobierno a sus ciudadanos, y que si no es por la ayuda externa del FMI, Argentina hubiera caído en el tercer mundo.

la obesidad mórbida (sic) es tan peligrosa como la delgadez extrema. Si la inflación fuese una burbuja, la deflación sería la anti-burbuja; lo malo de ésta ya lo tenía, en sentido inverso, aquélla.
Más sorprendente aún que este sesgo proinflacionista de muchos economistas es el remedio que predican. Bajar los tipos de interés en medio de una deflación no sirve absolutamente para nada
La manera de suavizar la deflación no pasa por matar la moneda, sino por hacer afluir más ahorro que puje por los bienes de capital excedentarios.

Por supuesto, la deflación puede llevar la quiebra a la banca. Como hemos visto, nuestros depósitos están respaldados por sus activos, de modo que si éstos caen de precio, aquélla tendrá más deudas que créditos, es decir, será insolvente. Pero sería más honrado y simple proponer que nuestros depósitos se ajusten al valor de los activos del banco: al fin y al cabo, ¿para qué alterar el valor real de los depósitos, si puede reajustarse el nominal (Argentina hizoalgo similar con respecto a los dólares)? Aunque esto último, claro, sería visto como un abierto robo, mientras que la inflación se confunde con una maldición cuasi divina.
Jajajaja, propone empobrecer a la clase media!!!!!

Algunos, más que economistas, parecen trileros (por ejemplo, moi même). Recapitalizar los bancos con dinero de nueva creación nos llevaría de la deflación a la hiperinflación
Jajajajaja, ¿dónde está esa hiperinflación? datos, datos, datos ¿Para qué seguir? no hay ni una frase que no sea pura ideología. 

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