"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Conjetura

Nunca he convencido a nadie, pero creo que la decadencia española, innegable, tiene relación con el viaje a Europa y al euro.
Sin embargo, lo sigo creyendo. La razón es simple pero no fácil de explicar. Creo que Europa se nos ha vendido como la panacea a nuestros demonios históricos. Por huir de esos demonios, nos hemos lanzado a los brazos de un mito que nos iba a dar de comer y colmar de riquezas, y el euro sería la bendición final a ese venturoso futuro. Ya no seríamos una Nación lastrada por un pasado vergonzoso, sino un país mediano en una superpotencia económica.
Esta acelerada dejación de soberanía fue muy bien aceptada por los políticos, entre otras razones porque les quitaba responsabilidad de encima, y también porque le quitaba al adversario armas electorales. El Dictat de Europa no se podía usar como arma electoral.
Los nacionalistas, ese cáncer que nosotros hemos mimado y alimentado (sobre todo el PSOE), estaban encantados con transferir el centro del poder a Bruxelas y Francfurt y alejarlo de Madrid.
No soy antieuropista; lo empecé a ser con Maastricht y el euro. Como economista siempre vi escépticamente la posibilidad de que eso funcionara. Como dice el informe de UBS del post anterior, El euro sería estupendo si todos fuéramos iguales. Pero el euro no nos ha hecho alemanes y a los alemanes les ha hecho españoles. Lo pronosticó lúcidamente Martin Feldstein hace ya 20 años, que el euro se hacía para acabar con las ganas que se tenían Francia y Alemania, y sin embargo iba a ser fuente de conflictos muy serios.
Todo eso, repito, ha acelerado nuestra descomposición. Ha creado entre nuestros líderes incentivos perversos, a la desunión y a la confrontación sin límites, a la responsabilidad suicida, y el resultado ha sido un Estado laminado conculcado y deshecho. Siento decirlo, pero el mayor responsable ha sido el PSOE y sus aliados los nacionalistas.
Los mismos políticos que nos vendieron la moto y no saben nada y no creen en nada, van a ser los encargados de gestionar el post euro y la post UE, probablemente. Mal asunto.
Lean el artículo de Salvador Sostres de ayer en "El Mundo".  Cuando no hay un mínimo sentimiento de orgullo nacional, uno se convierte en un pedigüeño. En eso nos han convertido los sucesivos gobiernos, sin que por otra parte, hayan sido capaces de torcer el brazo a los sindicatos y a la ideología de izquierdas, anclada todavía en mitos falsos que les permite creerse superior a los demás.
Lo que venga será peor, puesto que ya no tenemos nuestras propias palancas, que están hechas unos zorros. Será lo que quieran los que tienen el poder y el dinero. Ni un sólo economista, ni un grupo de formación de ideas, ni un partido, está preparado para  modelizar la realidad que se nos viene. Todos han jurado a sus jefes al modelo actual, cuya cúspide es el Euro-Dios; Lo Intocable, lo que no se nombra. Todos hasta hoy han hecho alabanzas pringosas babosas de lo bueno que es y el oprobio que sería si no existiera. Bueno, pues esos, no hay otros, van a ser los que carguen con el desmantelamiento. A menos que ocurra un milagro y se arbitre una de esas soluciones razonables (Eichengreen, Rogoff, De Grauwe, etc) que hemos visto aquí. Pero no depende de nosotros. 

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